- Lavar a mano y no en lavarropas, para evitar que el tejido se deforme.
- Dejar en remojo unos minutos (sumergir en agua utilizando un jabón para ropa delicada)
- No retorcer (se deforma fácilmente).
- Secado: apenas pasar por secarropas para sacar el exceso de agua. No colgar. Extender la prenda sobre una superficie plana.